El año 2017, el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña entregó al Ayuntamiento de Badalona un trabajo llamado Atlas de Sostenibilidad Urbana, que se puede consultar online. Nuestra ciudad encargó este documento a fin de estudiar aspectos ambientales del municipio relacionados con la calidad de su verde urbano, la eficiencia térmica de sus cubiertas, su potencial fotovoltaico, el nivel de contaminación lumínica o los efectos térmicos de la infraestructura de la autopista en los barrios que atraviesa.
Así pues, por ejemplo, sabemos que la autopista influencia su entorno inmediato en un margen de hasta 2,5 ° C, y que este diferencial disminuye los tramos de la infraestructura que disponen de una vegetación vigorosa. También conocemos que las cubiertas de las zonas industriales o de los equipamientos más importantes de la ciudad -el pabellón olímpico o el Magic Badalona-tienen una capacidad de alojamiento de energías renovables muy importante.
Igualmente, se obtuvieron valores de emisión lumínica de flujo de luz que se escapan al cielo, y sabemos qué luminarias están fuera de normativa, lo que permitiría planificar inversiones en el alumbrado más eficientes. Y se obtuvo un mapa preciso de la eficiencia térmica de todas las cubiertas de los edificios de la ciudad, que permite conocer cuáles retienen mejor el calor, y cuáles menos. Aquel trabajo de campo tiene tres años, pero con la expectativa de los fondos Next toma todo el sentido, sobre todo si ahora ponemos en juego el conocimiento que adquirimos a la hora de hacer proyectos que se puedan beneficiar.
El trabajo se planteó con vuelos aéreos sensorizados que, además de los datos que contábamos, aportaba otras valiosas, como son las de la calidad de nuestro verde urbano. El vigor de nuestra vegetación, con datos del canal infrarrojo cercano, donde la vegetación es altamente reflejada, y rojo, donde es fuertemente absorbida por la fotosíntesis. Este trabajo determina el índice de vigor de la vegetación, en una ciudad que dispone de 96,5 hectáreas de verde urbano, 25.000 árboles plantados de 85 especies diferentes y la Sierra de Marina, y ofrece en este campo mucho margen de mejora.
De hecho, un dato relevante surgida de este estudio es que buena parte de nuestra vegetación no tiene una gran calidad (tenemos un gran porcentaje de poco vigorosa) y que, contando toda la Sierra de Marina, cubrimos de verde poco más del 40% de nuestro término municipal.
Disponer de todos estos datos es, o debería ser, un incentivo a la hora de establecer prioridades de inversión. Y hemos visto, por ejemplo, que el Ayuntamiento prevé actuar precisamente en uno de los parques, el del Cerro de en Caritg, que aquel estudio mostraba como depositario de una vegetación mediocre. Buena noticia, sí, que sería mucho mejor si se pusiera en marcha un plan que contara con privados y con instituciones que en estos momentos ofrecen subvenciones para la implantación de fotovoltaica en las cubiertas de nuestros edificios, públicos y privados, residenciales y de equipamientos.
En esta línea, Barcelona ha presentado recientemente una iniciativa, el Mecanismo para la Energía Sostenible de Barcelona (MES Barcelona), que la ciudad podría copiar contando con empresas locales que ya operan en la ciudad. Una colaboración público de libro.
Convertirse en una ciudad verde es un objetivo que la Comisión Europea promueve con llamadas como las que hace a través del greencityaccord.eu, un movimiento de ciudades europeas comprometidas a implementar planes de mejora del aire, el agua, la biodiversidad, el ruido o la gestión de los residuos. En todos estos aspectos, la ciudad puede mejorar. Y ya hay ciudades del Estado que se han comprometido en la red, como Vitoria o Zaragoza, junto a ciudades francesas, italianas o portuguesas, por mencionar aquellas que nos pueden parecer más.
A Restarting Badalona creemos que las ciudades verdes no sólo nos hacen vivir mejor, sino que también atraen talento e inversiones. El esfuerzo para disponer de ciudades con un buen despliegue de verde urbano, con una atención preferente a la eficiencia térmica de sus edificios y una movilidad urbana amable, y que apuesten por la incorporación masiva de fondos renovables tendrá premio. Y el ganarán sus -los nuestros- ciudadanos.
Ferran Falcó, Presidente de la asociación Restarting Badalona