Esta semana Badalona ha estado presente en el evento más importante que se celebra en Barcelona. El Mobile World Congress ha vuelto a la capital y la fundación que lleva su nombre ha salido adelante, conjuntamente con 18 ciudades de Cataluña, un programa alternativo de actividades que por primera vez ha llegado a Badalona. Ha sido gracias, especialmente, a la asociación Restarting Badalona, que tuvo la idea de poner Badalona en el plano de Mobile Week y convenció, primero, el Hospital de Can Ruti y Badalona Servicios Asistenciales para que activaran el que ya hacen de innovador y lo mostraran abiertamente, conjuntamente con las empresas y start-ups que los apoyan. El Ayuntamiento de Badalona, que creyó en la idea y facilitar su toda la organización, ha sido la palanca imprescindible para que todo haya podido hacerse, utilizando el edificio del BCIN como sede de la mayoría de las demostraciones y charlas que se han hecho de forma telemática y presencial.
Toda esta movilización nos enseña que, cuando queremos, podemos. Nos enseña que alinear la sociedad civil y los sectores público y privado es el triángulo del éxito. Y que lo es para las pequeñas cosas, pero también para las grandes. Hemos hecho la Mobile Week en Badalona, pero podemos hacer mucho más. Además dimensión, más trascendente y transformador.
Ejemplos hay muchos y ya los hemos comentado en el pasado. Pero la autopista seguirá siendo lo que es si no hay un liderazgo que arrastre su transformación. Si no ponemos en marcha el triángulo del éxito. Y queda claro que, por mucho que haya algunas pequeñas pasos caminatas, hasta que el Pleno del Ayuntamiento de Badalona no dedique tiempo y dinero no habrá ningún avance concreto que nos permita verla como lo que quisiéramos que fuera. Podemos decir que se han hecho algunas cosas, pero queda claro que hay empuje y determinación para hacer de más sólidas.
Nos conviene dejar de pensar que aquí no puede ser y empezar a pensar que aquí también puede ser
En el caso de la nueva movilidad, el reto en Badalona también es inmenso. Se ha hablado en esta Mobile Week. Badalona no tiene suficiente carriles bici. Tampoco tiene ningún plan para electrificar la movilidad más allá de algún ejemplo “de lo que podría ser” que esperamos ver en los próximos meses, con alguna instalación de recarga. Tampoco tiene ningún servicio de sharing de motos, ni bicicletas ni de patinetes. Mantiene una estructura de oferta de autobuses tradicional y no se puede plantear en el corto plazo ninguna nueva infraestructura de transporte colectivo. Se continúa aparcando “como siempre”, no hay tecnología asociada a la señalización semafórica y vamos haciendo tirando.
Pero el mundo avanza, la tecnología disponible es cada vez más presente en las decisiones de compra de los ciudadanos y las obligaciones normativas en relación con la reducción de emisiones aprietan plazos. No sabemos cuántos nuevos carriles de bicicletas habilitarán en Badalona, ni cómo se puede regular el aparcamiento o la normativa urbanística para impulsar que las calles y los edificios dispongan de cargadores eléctricos. Tampoco parece lógico que seamos “Barcelona” pero no tengamos servicio de Bicing, o que los privados no puedan llevar a Badalona servicios compartidos de movilidad personal. Estas soluciones están en el mercado, existen. De hecho, están en las principales ciudades del mundo. Y por supuesto a ciudades de nuestra dimensión. Por eso hay que poner en marcha el triángulo del éxito -la sociedad civil, el sector público y el sector privado- para convertir Badalona en una ciudad donde moverse no sea una molestia para todos, sino una opción de calidad. Que puedas coger una bicicleta eléctrica y llegar al puerto, que allí haya llegado el tranvía y puedas ir a Barcelona, y que para volver puedas hacer el trayecto inverso. Y esto mismo en patinete y para coger el metro, el bus o el tren. Y que el coche eléctrico tenga donde cargarse.
No es imposible, sólo hay que dejar de lado la mentalidad aquella del concejal badalonés que un día, hace muchos años, me dijo que no hacían falta papeleras, que la gente utiliza los contenedores de las calles. O lo que decía que no había que tener teatro, que teníamos Barcelona demasiado cerca. Nos conviene dejar de pensar que aquí no puede ser y empezar a pensar que aquí también puede ser. Como se ha hecho llevando la Mobile Week en Badalona. Como se hizo cuando se llevó adelante el puerto, como debería hacerse a las Tres Chimeneas y como habrá que hacer para convertirse en la ciudad de salud más importante del norte metropolitano. Tenemos un montón de “Mobile Weeks” para hacer, y un triángulo del éxito que cuando quiere, puede.
Ferran Falcó, presidente de la associación Restarting Badalona