Vacunas solares contra la emergencia climática

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Encarrilado ya el proceso de vacunación contra la Covid-19, es el momento de hacer frente con firmeza a la amenaza más grande que tenemos como sociedad, que no es otra que la emergencia climática. Tal como ocurre con la Covidien-19, no existe una única medida contra la emergencia climática, sino que hay varias actuaciones que se pueden hacer para combatirla.

Entre las principales causantes de esta emergencia, podemos destacar las emisiones de CO₂ derivadas del transporte y la generación con combustibles fósiles para cubrir necesidades energéticas. Por lo tanto, para hacer frente, necesitamos, entre otros, dejar de quemar combustibles fósiles para movernos o para hacernos llegar los productos que consumimos, así como reducir y descarbonizar nuestro consumo eléctrico.

En cuanto al consumo eléctrico, existe una forma barata, sostenible y viable para hacer este proceso de cambio, tales como cubrir los tejados y parkings de paneles solares. De esta forma, todas aquellas personas o empresas que dispongan de un tejado (propia, oa 500 metros a la redonda), pueden convertirse en generadores de energías renovables de proximidad, aportando al planeta su vacuna contra la emergencia climática -aparte de ahorrarse dinero de la factura eléctrica-.

Hay que recordar que Badalona es una ciudad de tradición energética. No es casual que dos de los símbolos más destacados de la ciudad sean precisamente dos infraestructuras energéticas (eso sí, en desuso). Por un lado, el Puente del Petróleo, que sirvió hasta los años 90 para descargar productos petrolíferos desde buques cisterna. Por otro, las Tres Chimeneas, una central de fuel oil y gas, parcialmente ubicada en la ciudad, y que servía para abastecer de electricidad buena parte del área metropolitana de Barcelona. Incluso hablando de renovables, hay que recordar que a principios de los años 2000 en Badalona teníamos una empresa que fabricaba paneles solares, Helios Energy Europe, ubicada en las Guixeres.

Cabe preguntarse, pues: y ahora, qué? Como puede Badalona capturar las oportunidades que el nuevo modelo energético nos proporciona? La solución no pasa, seamos claros, para sustituir la central de las Tres Chimeneas para una central nuclear, como propone uno de los personajes de la lúcida obra de teatro Radiaciones (Juliana, E & De Jòdar, J., 2011). El futuro de la energía tampoco vendrá en grandes buques petroleros que se descarguen por un puente en medio de la ciudad.

La energía del futuro (que cada vez se acerca más al presente) será descentralizada y renovable. El nuevo modelo energético consiste en producir toda la energía de proximidad posible, a través del autoconsumo, complementado con almacenamiento y plantas renovables sobre terreno que lleven la energía restante por la red eléctrica existente.

Por tanto, en el caso de Badalona, ​​al primero que debemos aspirar es a aprovechar al máximo el potencial renovable de la ciudad y, en concreto, solar. A falta de espacio sobre terreno, tejados. Según los cálculos del Ayuntamiento de Badalona, ​​se podrían generar en la ciudad unos 220 GWh / año. Si cogemos una media de 10 kW por instalación y 1.500 horas de producción, en Badalona se podrían hacer unas 15.000 instalaciones. Si bien es cierto que, según el INE, Badalona tiene 14.952 edificios, hay que tener presente que en un edificio se pueden hacer varias instalaciones. Evidentemente, no todos los tejados son aptas para instalar placas, sea por temas de estructura o por sombras, pero la mayoría sí lo pueden ser.

Sin embargo, si analizamos los datos de instalaciones solares en los tejados de Cataluña, vemos que Badalona muy atrasada respecto al resto del territorio. El pueblo líder en Cataluña en “vacunación climática” es Santa Eulàlia de Ronçana, con 16 instalaciones solares por cada 1.000 habitantes. También destacan Sant Quirze del Vallès, con 7,2 instalaciones por cada 1.000 habitantes, o Sant Cugat del Vallès, con 6. Y Badalona? Pues se queda con un vergonzoso 0,2 instalaciones, con sólo 49 instalaciones registradas. Me dirán, sin duda, que estamos comparando manzanas con peras, y que Badalona no es comparable en Sant Cugat. Tienen razón. Comparémonos, pues, con las dos ciudades más similares en población, como Sabadell o Terrassa. La primera, con 151 instalaciones y la segunda, con 140, por las 49 de Badalona que hemos mencionado. Es decir, Badalona está tres veces peor.

Para remediarlo, lo primero que necesitamos es hacer más pedagogía desde el Ayuntamiento en favor del autoconsumo solar, explicando a la gente las ventajas de esta forma de generar energía, así como explicar los beneficios fiscales que tiene (especialmente en el IBI). También hay que dar ejemplo, llenando toda tejado municipal viable de placas solares, y hacer programas de fomento de la energía solar en los polígonos industriales de Guixeres y Badalona Sur.

Sin duda, es muy positivo encabezó la carrera para acoger, en el marco del proyecto de reconversión de las Tres Chimeneas, el Instituto de Investigación de Energía de Cataluña (IREC) -pasando antes por la CACI- así como, esperamos, en un futuro, la Agencia de la Energía de Cataluña. Pero aparte de eso, hay que construir un tejido productivo en la ciudad, de pymes y autónomos, que nos permita llenar los tejados de placas solares, generando empleo local y aportando, desde Badalona, nuestro granito de arena (o mejor dicho , de silicio) en la campaña de vacunación mundial contra la emergencia climática.

Daniel Pérez, miembro de la asociación Restarting Badalona