Ocho de la mañana en el aula de 1 instituto público de Barcelona entre Nou Barris y Sant Andreu. 24 alumnos de primero de Bachillerato. Unos cuantos, POCOS, aún medio dormidos deciden alargar 1 poco más el aturdimiento de la noche pasada. La Mayoría tenencia 1 cierta expectación y relajación por Hecho de teñir un “no profe” al Frente. En la pizarra proyecto una fotografía de de 1 avenida del centro de una gran ciudad y la pregunta es: ¿veis ninguna empresa? ¿Qué? Un Sencillo Ejercicio para explicar que los empresas están Muy presentes en Nuestros viñedos. Mucho más de los que la mayoría de jóvenes de 17 años se piensa.
Según la encuesta que la fundación FemCAT ha hecho al profesorado de más de 100 escuelas de Cataluña (ESO, Bachillerato y Ciclos), los estudiantes catalanes saben qué es una empresa, pero las ven lejos de su realidad y las relacionan con estereotipos que las vinculan con conceptos como la generación de beneficios y el poder. En la encuesta también han participado empresarios y directivos de un colectivo de más de 300 que, desde hace más de diez años, impartimos charlas en los institutos de toda Cataluña. Para los encuestados, el principal problema es que los jóvenes tienen un conocimiento muy parcial de lo que es la empresa y sólo piensan en estas organizaciones como el lugar donde irán a trabajar en un futuro.
En les converses que s’estableixen a l’aula durant aquestes sessions, molt sovint hi detecto la percepció que treballar en una empresa és una cosa que hauran de fer per guanyar-se la vida, però que segurament hi trobaran un ambient hostil per part del cap o de l’empresari, que només està pendent de fer diners. Quan els pregunto si creuen que les empreses enganyen els clients, la resposta és gairebé unànime: sí! La feina és meva per convèncer-los que, avui dia, les empreses que “enganyen” els seus clients no tenen cap futur.
Bastaría acercar mucho más a los jóvenes al mundo de la empresa huyendo de estereotipos ridículos y caducos
En cuanto a la figura del empresario, el 40% del profesorado opina que para la mayoría de sus alumnos son personas ricas y poderosas, pero también son conscientes de que trabajan muchas horas, que están comprometidas con lo que hacen y que toman decisiones difíciles. Otros docentes destacan algunos errores comunes, ya que algunos estudiantes confunden la propiedad con la dirección de la empresa, y otros relacionan el empresario sólo con la figura del autónomo y el emprendedor.
No hay que hacer apología del empresario; bastaría con acercarse mucho más a los jóvenes al mundo de la empresa huyendo de estereotipos ridículos y caducos. No olvidemos que durante 15 años los niños de Cataluña han disfrutado de la familia del Club Súper 3, donde había un personaje malévolo que sólo pensaba en el dinero y el poder: el señor Pla, propietario y empresario.
Tenemos muchos retos por delante y una sensación de no saber cómo abordarlos cada vez más grande y generalizada. Debemos crecer o decrecer? No podemos crecer como hasta ahora, pero si decrecemos, como vamos a pagar las pensiones? Y como se ganarán la vida nuestros hijos? Las cifras de paro juvenil en nuestro país son escalofriantes desde hace muchos años. La tasa en España, la peor de la Unión Europea, está en torno al 37%, mientras que la media europea es del 17%. Esto son unos 570.000 jóvenes entre 16 y 25 años. Si no lo resolvemos, no habrá ningún futuro para ellos (aunque salvemos el planeta).
Necesitamos un cambio de modelo económico, pero sea cual sea las empresas continuarán teniendo un papel muy importante, que no debería ser muy diferente de lo que los mismos estudiantes valoran como aspectos positivos: que las empresas sean rentables, que tengan cuidado de los trabajadores, que hagan productos y servicios necesarios para la sociedad y que generen puestos de trabajo. Amén!
Martí Casamajó, miembro de la associación Restarting Badalona