En febrero de 2023 Badalona acogerá un evento deportivo de primer nivel. Los 8 primeros equipos de la liga ACB de baloncesto, acompañados por sus respectivas aficiones, disputarán unas eliminatorias durante cuatro días, que terminarán con un campeón de Copa.
Los que hemos tenido la suerte y el privilegio de vivir alguna podemos asegurarnos de que hay pocos espectáculos tan bonitos, dentro y fuera del campo. Badalona será la sede de la Copa, y este hecho debería llenarnos de ilusión. De ganas y de orgullo. También debe hacernos conscientes de lo que representa. Estar en el escaparate, por bien y por mal, te expone. Y expondremos la ciudad, su capacidad de organización y su presente en otras ciudades del Estado.
Por este motivo, Restarting Badalona ha querido organizar un evento: ha propuesto a tres personas relevantes de la ciudad de Barcelona que intervengan en una mesa redonda este miércoles día 15 en el nuevo Hotel Marina Badalona, en el puerto de la ciudad.
Organizar esta charla tiene diferentes objetivos, que atan con la razón de ser de esta entidad. Restarting es una herramienta que, al igual que ha llevado a algunas personas relevantes en sus campos profesionales a la ciudad, que ha impulsado que Badalona estuviera presente en la Mobile Week que organiza la Fundación del Mobile World Congress (MWC) o que ha buscado quien pudiera estar interesado en llenar edificios municipales en desuso, pretende posicionar a Badalona como ciudad atractiva y receptora de actividades de valor añadido.
La noticia que en Badalona acogeremos la final de la Copa hizo encajar la idea de realizar una actividad a su favor para debatir cómo aprovecharla, con la certeza de que hablaríamos no sólo de una candidatura, sino de una realidad. Ahora ya tenemos la Copa, pensamos. Y ahora es cuando debemos poner la ciudad a pensar cómo aprovecharla y, sobre todo, a plantear un debate sobre qué es necesario para que las ciudades puedan atraer eventos.
Hay un conservadurismo progresista que promueve que no ocurra nada y un fatalismo provinciano que encuentra que todo es imposible de hacer
Nos atrevemos a decir, a modo de spoiler, que hay un mínimo de tres elementos que hacen falta para hacer posible una ciudad abierta. El primero, estabilidad y consenso institucional. El segundo, un equipo profesional dedicado exclusivamente al objetivo. Y el tercero, que el sector privado y el sector público se apoyen, y no sombra.
Dicho esto, que veremos hasta qué punto coincide con lo que nos dirán mañana, los tres visitantes son muy potentes. Aurora Catà, porque preside un organismo, una entidad privada, que aboga por atraer inversiones a la ciudad de Barcelona, y que ha sido protagonista, últimamente, en la consecución de la Copa América de Vela para la ciudad en 2024. Sin embargo , su visita es importante para que, tal y como expresamos a su director general hace un par de años, nos gustaría que Restarting y Barcelona Global pudiéramos realizar proyectos conjuntos, en la medida en que Barcelona, como ciudad y en su globalidad, supera los límites concretos de su municipio. Para entendernos, a los ojos del mundo Badalona es Barcelona y, para nosotros, serlo es una oportunidad que, sin renunciar a nuestra badalonidad, debemos poder aprovecharnos.
También nos acompañará un viejo amigo. La persona gracias a la que pudimos llevar la Mobile Week a Badalona: Carles Grau. Como director de la Fundació, ha sido un personaje clave en el éxito del MWC en Barcelona. Y queremos que nos explique por qué y cómo ha sido que hayamos podido acoger este evento. Finalmente, la figura del director de Fira de Barcelona no es menor. El Constantí Serrallonga es quien más nos puede explicar cómo ha impactado la ampliación de la Fira hacia L’Hospitalet, y también nos interesará saber cuáles son los proyectos de futuro de la Fira, clave para Barcelona pero también para Cataluña.
A los tres les paramos una trampa –positiva–. Los llevamos a Badalona para que la descubran, si la conocen poco, y para que vean el magnífico hotel que hace unas semanas se ha puesto en marcha en un entorno lleno de oportunidades, que van desde las 3 chimeneas hasta el Polígono Sur de la ciudad, pasando por nuestro inacabado puerto. Que nos conozcan, que nos tengan presentes y que nosotros los conozcamos para hacer que la ciudad salga de sus propias fronteras y modifique la visión de quienes, en casa y fuera, piensan que estar cerca de Barcelona es un problema o que la ciudad tiene tantos déficits que no hay remedio posible ni capacidad para resolverlos.
Las ciudades son su gente y sus gobiernos. Y tenga el absoluto convencimiento de que no hay conspiraciones que hagan que unas vayan más adelante que otras. Hay un conservadurismo progresista que promueve que no ocurra nada y un fatalismo provinciano que encuentra que todo es imposible de hacer. Ambos tienen altavoces en Badalona, aunque últimamente se percibe una voluntad –en cualquier parte– de cambiar dinámicas para relanzar la ciudad con nuevos proyectos. Nuestro deseo es que la Copa, ya través de su celebración el diálogo sobre la ciudad que debemos construir, refuercen la voluntad de abrir Badalona y hacerla más valiente, más educada, más libre y más feliz.
Ferran Falcó, miembro de la asociación Restarting Badalona